¿Qué fue de
esperar a papá en la puerta de la casa por las tardes cuando regresaba de
trabajar? De ver a mamá preparando la casa y vigilando las tareas de sus hijos por
las mañanas. De jugar trepados en los árboles de guayaba y mejenguear entre
hermanos por la calle del barrio. ¿Qué paso con todo eso, a dónde se fue? La
familia tradicional costarricense, esa, la que todos extrañamos y recordamos,
parece que ya desapareció o se encuentra en vías de extinción.
Un
viejo editorial de 1994, publicado en La Nación, por la redactora de ese
entonces, María Isabel Solís, indicaba
que casi la mitad de los bebés -- 42,76 por ciento-- fueron hijos de
madres solteras. Al mismo tiempo de cada mil mujeres, 233 se habían incorporado
a la fuerza laboral.
Según el Instituto Nacional de Estadística
y Censo (INEC) en el 2009, de las más de dos millones de mujeres, existen más
700.000 ocupadas en la fuerza laboral y más de 69.000 desempleadas jefas de
hogar. De acuerdo con la Contraloría General de la República (CGR), para el
mismo 2010, se registraron 13.256 nacimientos de madres solteras.
Actualmente
hay un divorcio por cada dos
matrimonios. Según el Registro civil, la cantidad anual de divorcios subió un
63% en diez años, en el 2010, la cifra superó los 11.500.
Al parecer el
padre y la madre asumen hasta tres jornadas laborales, desintegrando el núcleo familiar
tradicional. Para varios expertos los cambios abruptos que se están produciendo
en la dinámica social producto de la globalización y de la apertura económica,
aceleran este proceso.
Para el
sociólogo Jorge Mora, lo más dramático de todo esto es que la familia va
adaptándose muy lentamente a estos cambios. El problema más grave lo sufren las
familias de menor ingreso económico, que no tienen mecanismos alternos para
llenar estos vacíos. En el 2009, el INEC, registró más de 50.000 familias que
viven con menos de ₡33.000 por mes.
A principios de
1997, la UNICEF, produjo un informe llamado: “Realidad Familiar en Costa Rica”.
Allí se destaca que la gran mayoría de los encuestados consideraban que nuestra
sociedad ha perdido valores en los últimos 20 años, principalmente los valores
familiares y espirituales. Gran parte de la población opinó en ese entonces,
que los problemas económicos eran la fuente de sus problemas sociales y
familiares, esto debido a que hacemos cualquier cosa por obtener dinero.
Existe entre nosotros
la sensación de disfunción social. Nuestra estructuración de familia desaparece.
Aún así tratamos de persistir y fomentar los mismos valores y las mismas formas
de vida de hace dos o tres décadas atrás. Necesitamos despertar de esa vieja
forma de pensar y empezar de nuevo a promover esos valores que estamos
eligiendo olvidar.
Marco Varela / muve20.u@gmail.com
Suena muy bonito el modelo de familia antiguo pero los tiempos no son los mismos, lo ideal sería una nueva forma de promover y desarrollar valores dentro de una "familia" moderna.
ResponderEliminarCreo que si bien es cierto la familia esta siendo adaptada lentamente a lo que el proceso de globalización y de socialización actual afrecen, también tenemos que tener en cuenta que muchas familias olvidan fomentar valores que de alguna manera promuevan el desarrollo personal de cada uno de sus miembros. Es una realidad que no volvera a ser la familia tradicional de la que hablan nuestros abuelos, pero el cambio no debe referirse a una cuestión negativa, la evolución es importante.
ResponderEliminarYo creo que con forme pasan los años el costo de la vida va creciendo y eso provoca que muchos padres o madres de familia tengan que dedicarle mas tiempo al trabajo y adquirir ese dinero que necesita para poder sustentar a su familia, así provocando una desunión en el hogar, por la falta de tiempo que se le debería dedicar y esas tradiciones que se acostumbraban a compartir en familia. Seria bueno ir incorporando poco a poco esos valores del pasado y no dejarlos en el olvido y poder rescatar nuestra idiosincrasia.
ResponderEliminarLamentablemente la familia poco a poco se va desintegrando y una de las principales causas es el avance tecnológico de estos últimos años, ahora los hijos prefieren pasar el tiempo con sus videojuegos, computador, en lugar de aprovechar y compartir con los hermanos como tradicionalmente se hacia. Y los padres? Ellos ahora se enfocan más en su trabajos, en mantener ingresos económicos estables en el hogar, pero se olvidan dedicarles el tiempo necesario a sus hijos, esto ha llevado a la pérdida de comunicación y buena relación familiar.
ResponderEliminarLos tiempos cambian, es normal que con los tiempos también las familias cambien, a veces pienso que sería muy bueno que aún existieran ciertas de esas características en nuestras familias de ahora, sin embargo pienso que al igual que todo, las familias evolucionan con el tiempo, para bien o para mal?...no lo sé, eso depende de nosotros mismos!!!
ResponderEliminar